91-64 para un Goierri imparable ante un BKL impotente.

91-64 para un Goierri imparable ante un BKL impotente.

Viejos amigos son aquellos con los que has disfrutado y pasado muchísimo tiempo en el pasado. El sábado no. Eran enemigos. Enemigos del imperio.

Nuestro líder y comandante Xabi sabía dónde atacar a los del BKL.

De todos es sabido que la guerra no se gana en un día, y toda la semana el equipo trabajo muy duro para lo que se avecinaba; una auténtica batalla.

El equipo contaba con varias bajas de última hora como era el caso del gran Messiavilla, que supieron suplir con gran trabajo nuestros tres juveniles y el fichaje extracomunitario que está dando buen resultado.

El partido comenzó con uno de los juveniles entonado, dando la sorpresa. El entrenador rival Lekuona no pudo prever que uno de los nuevos, nuestro 5, De Miguel comenzará ca-len-tito.

Pero el mérito no fue solo suyo, el equipo era solido atrás y contundente al ataque.

El nuevo fichaje y ex jugador de TSM Luca´s Santorín trabajaba duro bajo los aros para dar un ejemplo de cómo se hacen las cosas aquí, en mi casa, en mi barrio.

Nuestro especialista defensivo, The Rock Arbulu, trabajaba duro en defensa, que es lo que le gusta, dejando la responsabilidad ofensiva en manos de gente más acertada.

Tríceps de acero Iñigo está cada vez más centrado y acertado en todas las facetas de su juego, y el potencial de este chico es inimaginable.

Para terminar, hablando de nuestro cuarteto de pivots, Mikel Curry, o Stephen Campos picaba sin cesar el aro rival cual avispa en primavera.

Poco más se puede decir del partido, al descanso el Goierri ganaba de 30 y parecía que aquello iba a ser un villancico de navidad como nos lo recordaban desde la grada con un megáfono los aficionados del equipo rival.

El tándem de bases, y hermanos de José Iguartúa, llevaron el ritmo del partido para que este no pudiera complicarse. Zzzzzaba cumplía con su aportación ofensiva y Iñaki aportaba su granito de arena para que el resultado no se complicara en ningún momento

Destacar el trabajo de los otros dos juveniles Chico y Enparantza que debutaron en casa con el equipo y serán un baluarte para la siguiente generación de jugadores.

Jingle bells, jingle bells, Jingle all the way…  así fue la segunda mitad, un simple trámite para que los nuestros se pongan con un balance de  11-6 en puestos de playoff.

Para terminar, decir que los grandes corazones se contentan con pequeños detalles. Pequeños detalles que, una vez pulidos, pueden hacer de este equipo uno de los mejores de la liga.