El senior del Goierri amarró una victoria que no podía dejar escapar, y aunque el partido no fue brillante, el resultado fue lo más importante.

Los de Urretxu saltaron al campo convencidos de lo mucho que se jugaban en este partido, pero no fue el único equipo que tenía las ideas claras. La Salle, con tres triples convertidos en sus primeros tres lanzamientos dejaba claro cuales eran sus intenciones (2-9 min3). Una vez más, Goierri Verkol comenzaba el partido a remolque.
Un punto más de intensidad defensiva fue suficiente para atar el ataque visitante y comenzar a imponer el ritmo de partido que a los locales les interesaba, ya que tras un parcial de 18-5 el marcador llegaba a un 22-17 al término del primer cuarto.
Este primer cuarto no fue más que una muestra de lo que sería el partido, más parecido a la evolución del Ibex de los últimos días, con rachas muy buenas de juego y de anotación, combinadas con grandes lagunas defensivas, que a otra cosa. La economía también hizo acto de presencia en el Aldiri.
Y es que aunque los que estén leyendo esta crónica puedan pensar aquello de “ya están los del Goierri otra vez con sus parciales…” el segundo cuarto comenzaba con un parcial de 0 a 15 para los visitantes (22-32 min15), que fue contrarrestado por otro por parte de los locales de 30-4 (!!!!) (52-36 min25).
¿Qué puede motivar semejantes vuelcos en el marcador? La respuesta es clara, la falta de concentración. Los de Chico, esta vez dirigidos desde la banda por Ion Gastón, mostraron sus dos caras, con momentos de juego espectacular, con otros con evidentes deficiencias y desajustes.
Sabedores de ello, los visitantes no cejaron en su empeño, y poco a poco, según iban pasando los minutos empezaron a recortar las diferencias (57-51 min30). Para aquellos que se han fijado, otro parcial, esta vez de 5-15.
Llegados a los últimos diez minutos, evidentemente cualquier cosa podía pasar, y pasó lo que muchas veces ocurre, que al final de los partidos la alegría anotadora desaparece y el acierto desde la línea de tiros libres se convierte en vital. Los visitantes lograron acercarse varias veces a un punto en el electrónico, pero en ninguna de ellas consiguieron nivelar la contienda ni darle la vuelta. Al final, con dos tiros libres convertidos se llegó al final de los cuarenta minutos (77-74).
Toca buscar soluciones para que el juego sea más constante durante todo el partido y no sufrir tanto.
Mención a parte merecen los espectadores que se dieron cita en el polideportivo de Urretxu. El equipo quiere agradecer de manera muy especial su presencia, ya que conocedores de que a la misma hora se jugaba la semifinal de copa entre el TAU-Iurbentia, decidieron asistir y animar al equipo. MILA ESKER. Dentro de dos semanas en el mismo sitio y a la misma hora nos volveremos a ver.